Hablamos muchas veces y escuchamos en muchos sitios, sobre todo de un tiempo a esta parte, sobre la importancia de ser uno mismo, de ser genuino, de encontrarse consigo mismo en lo que hacemos, pero… ¿qué significa eso?
¿Soy auténtico siguiendo un “mandato” de ser auténtico…?
Intuimos que una forma de salir de esta paradoja puede ser volver a uno mismo por vía del deseo.
Ya, pero ¿qué significa eso?
El deseo puede que sea lo más genuino que tengamos. El deseo nos hace singulares y nos mueve a ponernos en marcha. Pero es verdad que, a veces, andamos desencontrados con él.
Muchas veces por la educación que recibimos, porque lo deseado se opone a lo que “nos conviene”, o por lo que sea, relegamos y hasta nos convencemos de otra cosa diferente a nuestro deseo.
Por eso hoy, lunes gris, simple o complejamente, nos preguntamos si somos como deseamos, o estamos como deseamos… ¿sabemos qué deseamos? ¿Cuán encontrados estamos con nuestro deseo?
O, por citar a Lacan… ¿Has actuado conforme a tu deseo?
Cueva de Guanches de Óscar Domínguez- Museo Centro de Arte Reina Sofía
