Nos ha atraído el trabajo de la artista y fotógrafa Gracie Hagen, al que nos sentimos cercanos ya desde la presentación en su página web: “En su trabajo intenta captar las preguntas acerca de quiénes somos y cómo nos vemos a nosotros mismos”.
Esta introducción inmediatamente captó nuestra atención ya que se trata, ni más ni menos, de una de nuestra líneas de trabajo, en este caso, hecha imágenes. Y, en manos de la artista autodidacta Gracie Hagen, estas cuestiones se vuelven más evidentes que nunca. Su trabajo es original y provocador, «sus imágenes sirven para exponer las realidades abiertas, vulnerables, y a veces incómodas de nuestra naturaleza oculta», continúa su web. Por eso sus proyectos suelen estar compuestos por fondos, poses y ángulos unificadores que sirven para realzar y poner de manifiesto la diversidad humana a través de la singularidad de cada modelo retratado.
La serie “Illusions of the Body”, según su autora, se hizo para cuestionar esas normas implícitas por las que se supone que es deseable mostrar una imagen determinada por estereotipos valorados socialmente. Poniendo el énfasis en los cuerpos que retratan los medios de comunicación: «La mayoría de nosotros nos damos cuenta de que los medios de comunicación sólo muestran las fotos más bonitas de la gente, sin embargo, nos comparamos con esas imágenes. Nosotros nunca llegamos a ver esas fotos yuxtapuestas contra una imagen de esa misma persona luciendo desfavorecida.»
En eso consiste este proyecto. Un serie de imágenes cuya fuerza se apoya en el desnudo, ya que presenta diferentes modelos sin más elementos que las poses y actitudes contrapuestas. En la primera fotografía se ve a una persona esbelta, sexy y con confianza, mientras que en la segunda, la misma persona se ve «desfavorecida», donde podríamos atribuirle otros sentimientos como miedo, inseguridad, vergüenza. Imágenes que socialmente tendemos a ocultar.
Este trabajo además de a la cruda crítica sobre los ideales de belleza construidos socialmente, nos remite a la cuestión subjetiva de la relación subyacente de cada persona consigo misma. Ya que, siendo las mismas personas en iguales condiciones de enfoque y luz, la variación en la posición corporal, actitud, o mirada transmiten cosas tan distintas, que podría llevarnos a pensar que se trata de personas diferentes.
¿Cuántas veces nos ha pasado que vemos a personas transformarse? Hay días, etapas o momentos de la vida que una misma persona se presenta de una forma, en ocasiones la vemos brillar y en otras, podemos ver su «cara B». ¿Qué actitud tenemos en este momento? ¿Cómo es nuestro lenguaje corporal? ¿Qué transmitimos? ¿Cómo nos estamos viendo y sintiendo? ¿Cuál de esas imágenes «somos»?
En palabras de Gracie Hagen “Celebra todas las formas, tamaños y contorsiones extrañas que tu cuerpo puede obtener de sí mismo. El cuerpo humano es una cosa extraña y hermosa”.
Puedes ver el trabajo de Gracie Hagen en su página web www.graciehagen.com